El amor es el sentimiento que a todos los seres nos motiva, nos inspira, nos hace sentirnos plenos, llenos de vida y alegría.
Es la energía que mueve al mundo…
Familia es una emoción natural, todo aquello en la naturaleza que tiende a unirse es amor.
Es ese sentimiento de protección, ternura, seguridad, confianza, sinceridad y felicidad que empieza por nosotros mismos para después vivirlo y sentirlo por alguien más.
Se puede pensar en el amor a la vida, a los padres, a la pareja, a los hijos, a Dios…
Es sentir profundamente nuestra condición de hermanos, que es lo que permite darle significación trascendente a la vida.
Para poder sumar primero debemos ser una unidad, para amar sin dependencia ni necesidad, hace falta valorarnos a nosotros mismos primero.
Amarnos a nosotros mismos significa conocernos y reconocernos como personas, desde virtudes y defectos hasta aquello que nos apasiona y disgusta.
Comadritas, compadritos, el amor es el afecto genuino entre las personas, el deseo de dar y de recibir, de compartir, de proyectar y de creer que se puede y que vale la pena contar con el otro.
Es la fuerza para sonreír en momentos difíciles, disculparnos cuando nos equivocamos y respetar y comprender a nuestros seres queridos.
Una relación sana no está fundamentada en juegos de poder ni en condiciones, sino que se basa en propósitos conjuntos, equilibrados y saludables.
El amor no es control ni exigencia, es libertad y confianza. Hay ciertas cosas que no debemos tolerar, como son el abuso, el engaño, la manipulación emocional, el maltrato o la violación de nuestros valores.
Si duele, significa que no es amor, que estamos confundiendo sentimientos y que nos estamos haciendo daño a nosotros mismos.
En cualquier relación donde exista amor, es fundamental que se encuentren estos elementos: confianza, respeto, comunión, diálogo, tiempo para el otro, crecimiento y sobre todo paciencia.
El núcleo del amor es la voluntad, la fuerza y la determinación, con la que luchamos por aquello que amamos para enfrentar desafíos, superar barreras y derribar obstáculos.
Raza con amor tenemos el poder para admitir nuestros sentimientos, cumplir nuestros sueños. Podemos cambiar y modificar nuestro ser, mejorar y superar nuestros límites.