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¡Honremos a nuestros fieles difuntos!

Familia, como mexicanos, miramos la muerte como el renacimiento y reencuentro con nuestros seres queridos que ya no están, nuestras tradiciones nos ayudan a aceptar la muerte de una manera peculiar.

Algunas creencias también derivan la presencia de los cuatro elementos esenciales de la naturaleza: tierra, agua, viento, fuego, así como otros elementos que expresan la dualidad de la vida y la muerte de la existencia humana.

En estas fechas nuestros fieles difuntos se hacen más presentes, irónicamente están vivos, esperamos que vengan y disfruten de las delicias que con amor y entusiasmo les preparamos para que se deleiten y sepan que no los olvidamos, siguen tan presentes como el día que nos dejaron.

Comadritas, compadritos, la mejor manera de honrar a todos esos seres que se nos han adelantado, que han partido ya, es mantener vivas esas enseñanzas, consejos, experiencias que nos dejaron, esos momentos, instantes, esas risas que nos regalaron.

 

Nuestros fieles difuntos que han partido a otro plano ya no están, sin embargo, ellos sabían cuáles eran nuestros sueños, nuestras metas, hacia donde queríamos dirigir nuestra vida.

Trata de complacer a quien ya no está siguiendo el estilo de vida que hubiera deseado esa persona para ti, de alguna manera es una forma de estar en contacto con ella y de encontrar paz en tu corazón y serenidad en tu alma.

Así como nosotros ahora honramos a los que se nos adelantaron, alguien algún día nos recordará con ese mismo amor y con esa alegría de saber que en vida fuimos parte de su historia.

Nuestros difuntos compartieron junto a nosotros momentos memorables, por eso los honramos, por eso los recordarnos, quizá con dolor, pero también con alegría, sentimientos encontrados quizá, pero una verdadera fiesta queremos preparar.

Lo único que ha cambiado quizá es el dolor y el sufrimiento, por alegría y gozo, de saber que cada año podemos rendirles un pequeño homenaje por todo lo que nos compartieron y transmitieron, al lograr dejar huella en nuestro ser y en nuestro corazón.

Raza, cuando nos toque partir, lo único que dejaremos serán las sonrisas que logramos compartir, las semillas que sembramos y dieron sus frutos, los momentos compartidos, las experiencias que vivimos y nos hicieron más consientes, más humanos, todo lo que nos ayudó a crecer emocional y espiritualmente.

Sentimientos de nostalgia y tristeza nos abruman al saber que ya no están nuestros seres amados en cuerpo entre nosotros.

La realidad es que no podemos volver a tener a nuestros seres queridos difuntos entre nosotros, pero lo que podemos cambiar es nuestra actitud para sentirnos mejor ante su ausencia, al rendirles un pequeño y merecido homenaje con un pequeño altar y recibiéndolos en nuestro hogar.

Mente, cuerpo y alma en armonía, siempre darán un bienestar a su vida!!!

Fuente: Andy Cornejo

TW: @Alejand60356051  

FB: Andy Cornejo

Correo:[email protected]

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