Creemos que las personas con depresión no pueden disfrutar de su vida y eso se nota, ya que pasan el tiempo en cama y no funcionan bien en sus actividades diarias, pero la realidad raza, es que no siempre es así.
Muchos especialistas coinciden que la “depresión sonriente” es de las más extrañas que una persona pueda padecer, pues es difícil detectar que tiene este padecimiento y aunque sea muy cercano a nosotros, ha aprendido a ocultar sus emociones y solo muestra una cara de “no pasa nada”.
“La parte más importante de la depresión sonriente es la tristeza. La sonrisa es un mecanismo de defensa contra el exterior, en un intento de ocultar los verdaderos sentimientos”
Quienes sufren depresión sonriente comadrita a menudo mantienen un trabajo de tiempo completo, hacen ejercicio, tienen una vida social activa, pareciera que tienen la vida perfecta, pero es su soledad o cuando nadie los ve,tienden a sufrir ataques de ansiedad, baja autoestima, tristeza, insomnio y en ocasiones tienen pensamientos suicidas, ahí es donde viene lo preocupante.
Pero, ¿cómo ayudar a alguien que nos hace creer que no lo necesita? ¿Y si es alguien muy cercano a nosotros?
Lo principal es tener buena comunicación contigo mismo y con tus seres queridos, ser sinceros aunque nos cueste porque la negación es el primer síntoma de que esta enfermedad anda cerca.
La terapia es una parte importante para combatir la depresión sonriente, pero el apoyo de la familia y amigos es la clave para mejorar.
Recuerden familia, lo importante es sentirnos bien y no evitar el problema, porque los pensamientos depresivos si no son atendidos, aumentan y empeoran.