Estudios recientes revelan que, al menos, el 60 por ciento de los jóvenes se han embarcado alguna vez en su vida en una relación de amigos con derecho; y cada una de éstas posee reglas básicas, preestablecidas, con respecto al comportamiento, la comunicación, la monogamia y la secrecía.
Curiosamente, un reciente estudio de la consultora FYI Living reveló que un 24.8 por ciento de los hombres enfrascados en estas relaciones, tienen la esperanza de que su “amiga con derecho” se convierta en algo más; comparado con el 39.5 por ciento de las chicas que guardan esa misma ilusión.
La realidad es que muy pocas de estas relaciones son capaces de alcanzar un nivel de compromiso mayor; un estudio realizado en la Universidad de Michigan arroja datos contundentes: tan sólo un 10% de las relaciones de amigos con derechos acaba con tintes de romance.
Pero el shock no es precisamente ése; también la investigación descubrió que el 74% de las relaciones de amigos con derecho no destruyen la amistad.
De ahí que la actual tendencia orille a la mayoría a enfocarse sólo en pasarla bien, sin esperar nada a cambio. No sorprende el hecho de que la mayoría de las veces en las que ocurren estos encuentros sexuales, el alcohol es uno de los impulsores. Después de todo, no hay algo más fácil que enviar un mensaje de texto –con aroma a vodka- a tu amigo o amiga, a las tres de la mañana, en el que preguntes algo como ‘¿quieres venir?’; cierto es que resulta muy conveniente y algo divertido. Y aunque resulta seductor el hecho de que conseguir sexo a esas horas de la noche, con una amiga, permite cierto anonimato para realizar osadías sexuales, también es cierto que esto no te hace inmune a los riesgos de relacionarte sexualmente con alguien, con más de cuatro copas encima, pues uno está menos atento a emplear protección sexual.
Como sea, una vez convencidos de poder manejar una situación en la que ninguno de los dos involucrados desea llevar la relación a un nivel superior (léase ‘de compromiso’), y saben que son capaz de sobrevivir con sólo sexo, hay que disfrutarlo.
De acuerdo con un estudio publicado por la consultora FYI Living, las mujeres –más que los hombres- son quienes esperan que las relaciones vayan más allá. Como sea, esto no significa que los hombres estén inmunes al dolor.
¿AMIGOS O ENEMIGOS?
Por otro lado, existe el riesgo de que la intimidad sexual altere la perspectiva sobre las parejas sexuales. Conocer a una persona por años y considerarla una amistad cercana, puede resultar en la alteración
Las complicaciones de la vida moderna también se extienden al terreno sexual para los jóvenes. Los llamados booty call, los ‘ligues’ y los one night stand son tan sólo algunos de los arreglos que barajan los jóvenes actualmente en la jungla de las relaciones interpersonales. Sin embargo, quizás la cuestión más ‘peligrosa’ o de mayor riesgo es averiguar en uno mismo si vale la pena arrojar a una casilla de la ruleta rusa una increíble amistad sólo por obtener sexo conveniente.
Tú decide si ambas personas son tan maduras para poder mantener esto a ese nivel sin celos, dolor o alguna situación que los perjudique a ambos.