Familia existe un amor puro y verdadero: es el amor sincero que una madre siente por sus hijos.
Una madre cambia su vida, su tiempo y su forma de pensar por sus hijos…
La experiencia de cada mujer al convertirse en madre es única y personal.
Una madre con o sin pareja, adolescente o madura, biológica o adoptiva, será siempre una madre, sin diferencia.
Comadritas, compadritos, ser madre es un privilegio, pero también una gran responsabilidad, es sufrir, pero también gozar, es dar y quizá no recibir.
Tomar la decisión de convertirte en madre representa una responsabilidad y un compromiso, no es una decisión que se tome a la ligera.
Dar es lo que llena el alma, y que mejor que entregarte en cuerpo y alma a ese ser que amas desde el primer momento que sabes de su existencia.
Tus prioridades cambian, la educación y la enseñanza de tus más grandes tesoros es tu responsabilidad en primera instancia.
La figura materna es sumamente importante para el crecimiento de los hijos, ya que influye en cómo éstos se desarrollen en los diferentes ámbitos de su vida: bienestar personal, familiar, académico, social.
Una madre tiene sentimientos encontrados, por un lado siente dicha y alegría al saber que sus hijos van creciendo, pero a la par nostalgia de ver que poco a poco se van convirtiendo en seres individuales que tienen que ir forjando su camino.
Actualmente ser madre puede ser complicado, ir al trabajo, llegara casa, hacer tareas del hogar, convivir con los hijos, buscar momentos para retroalimentarse como familia.
Ser madre es convertirse en el pilar de una familia, es disfrutar el regalo que la vida te da, vivir experiencias gratificantes, aunque a ratos quizá las situaciones parezcan complicadas.
Significa entregar todo tu corazón y tus fuerzas cada día para sacar a tus hijos adelante y enseñarles a vivir.
Raza, los hijos son el motor de la existencia de una mujer, logran que cada día exista una razón llamada AMOR en la vida de cada MADRE.
“Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo, enseñarás a sonar, pero no soñarán tu sueño, enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida. Sin embargo, en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseñado” –Madre Teresa de Calcuta-
Mente, cuerpo y alma en armonía, siempre darán un bienestar a su vida!!!
Fuente: Andy Cornejo
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