Vivimos en una sociedad cada día más consumista que se deja guiar más por la apariencia que por los nobles sentimientos, vivimos a prisa, buscamos el placer inmediato, pensamos que con dinero se compra lo que creemos nos dará felicidad.
Hemos dejado de largo las cosas pequeñas, sencillas, las que verdaderamente se van atesorando, guardando en la memoria de nuestro corazón y sirven de alimento para nuestra alma.
Hemos puesto en las cosas materiales el valor mayor de nuestra esencia de vida…
Familia, para ustedes ¿Qué es lo más importante? ¿A qué le dan mayor prioridad en su vida?
El trabajo, el estrés, los niños, la pareja, la escuela, principalmente el dinero, se han convertido en preocupaciones que nos impiden concentrarnos en el presente.
El presente es siempre nuestro mejor momento, porque es el resultado de las experiencias que hemos tenido a lo largo de nuestra vida y que mejor que los momentos, instantes del pasado sean recordados con alegría, amor.
Poco a poco hemos ido perdiendo sensibilidad, el egoísmo nos impide compartir lo que tenemos y somos con los demás.
Todo lo que tenemos aquí y ahora, es el presente, el mundo real, el que nos contiene y al que pertenecemos es el único presente y cierto.
Por qué esperar a que llegue una mala noticia, una enfermedad, una desgracia para cambiar nuestras prioridades, nuestra escala de valores.
Comadritas, compadritos, muchas veces decimos que no tenemos espacio para realizar actividades que nos podrían servir emocionalmente y brindarnos mayores satisfacciones personales.
Hacer cosas por los demás y compartirlas nos produce una gran satisfacción y que mejor disfrutar cada encuentro que tenemos con alguien, con alegría, gozo, ya sea familia, pareja, amigos, compañeros, etc.
La vida no espera, no dejes escapar la oportunidad de arriesgar, intentar, cometer errores, levantarte y continuar experimentando cosas nuevas todos los días de tu existencia.
Que sea tu intuición quien marque la sintonía de las personas que hacen tus momentos, instantes más lindos. Para poder disfrutar más de la vida a pesar de todas sus dificultades, tristezas, pesares.
Elige bien a tus compañeros de ruta, de viaje, aquellos con los que pasas grandes momentos y que hacen más placentera tu vida.
Raza, la fragilidad de la vida nos lleva muchas veces a cometer errores, no le damos importancia a los pequeños momentos, instantes. Nos enfocamos en cosas banales que creemos tienen mayor trascendencia, quizá mayor valor monetario.
¡Somos libres de elegir qué queremos para nuestra vida, qué momentos, personas, instantes atesoráremos en la memoria de nuestro corazón!
Mente, cuerpo y alma en armonía, siempre darán un bienestar a su vida!!!
