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“La alegría por vivir”

La alegría por vivir nace de nuestro interior, es lo opuesto al dolor que generalmente tiene causas externas, acontecimientos ajenos a nuestro ser, una situación difícil, cosas trágicas, perdidas.

 

Vivir con alegría y optimismo es saber darle sentido a la vida, disfrutar nuestras actividades diarias…

La alegría se manifiesta en nuestro cuerpo, en los gestos de la cara, en la salud y en nuestro estado anímico.

Familia existen seres humanos que son ricos materialmente, pero no son personas alegres, no sonríen, les falta algo en su vida, se sienten vacíos, no están conformes con sus logros profesionales, personales, sociales.

¡Una persona alegre contagia, ilumina a los demás con el simple hecho de sonreír!

Sonreírle a la vida produce en nuestro cuerpo distintas respuestas fisiológicas que nos ayudan a combatir y prevenir enfermedades.

La fuente más común y grande de la alegría es el amor, nos da fuerza para sonreír en momentos difíciles, disculparnos cuando nos equivocamos y aceptar nuestros errores con humildad.

La verdadera felicidad surge de lo más profundo de nuestro corazón, se refleja cuando amamos las cosas más sencillas y simples de la vida.

La alegría es una emoción expresiva que nos hace sentir físicamente más ligeros, contentos, extasiados, nos invita a sonreírle a la vida, a mirar con amor y agradecimiento nuestro entorno.

No la causan personas o situaciones externas a nosotros, está relacionada a nuestro estado de ánimo, pensamientos, emociones y sensaciones que experimentamos internamente.

Comadritas, compadritos, cuando disfrutamos la alegría de vivir hay paz, tranquilidad en nuestro interior, estamos conectados con nuestro corazón, reaccionamos de acuerdo a nuestras emociones positivas, nos sentimos alegres, buscamos alternativas a los retos que se presentan, encontramos salidas a los problemas que tenemos que solucionar.

Sin embargo, para el pesimista resulta difícil disfrutar de la vida, siempre existe algo que no le permite sonreír, ser feliz, una excusa que le impide avanzar hacia sus objetivos, metas y realizaciones.

Las sonrisas auténticas nos hacen sentir bien por dentro y hacen que los que están a nuestro alrededor se contagien, nos sirve de herramienta para que la comunicación fluya, sea asertiva y sincera para con los demás.

Una persona entusiasta se entrega con pasión a lo que realiza, se siente vivo, disfruta la compañía de sus seres queridos, le gusta reír y divertirse, abre su alma con entusiasmo y enfrenta los retos de la vida con una actitud positiva.

La alegría por vivir nos produce vitalidad en nuestros pensamientos, emociones, acciones y expresiones, nos nutre, eleva, es la fuente de residencia de nuestro sistema inmunológico.

Raza lo más importante es enfrentar las situaciones que nos toca vivir con garra, aprender a sobrellevar los altibajos de la vida, dar pelea, pero sobre todo, sonreírle a la vida.

Mente, cuerpo y alma en armonía, siempre darán un bienestar a su vida!!!

Fuente: Andy Cornejo

TW: @Alejand60356051  

FB: Andy Cornejo

Correo:[email protected]

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